- La iniciativa se lleva a cabo en colaboración con la organización Ponts per la pau que preside la activista y educadora Nadia Ghulam
- La financiación del proyecto proviene de los donativos realizados por miles de socios de Abacus durante la campaña solidaria Nenes Valentes
Abacus impulsa la construcción de una biblioteca clandestina para mujeres en Baghlan, en el norte de Afganistán, en colaboración con Ponts per la pau, organización fundada y presidida por la activista y educadora catalana de origen afgano Nadia Ghulam. La financiación del proyecto proviene íntegramente de los donativos realizados por miles de socios de la cooperativa durante la campaña solidaria Nenes Valentes, que contó con el liderazgo de la periodista Txell Feixas.
Esta iniciativa solidaria, que se llevó a cabo durante las fiestas de Navidad de 2023, logró recaudar un total de 200.000 € que se han destinado, por un lado, a apoyar las actividades que lleva a cabo el equipo de baloncesto femenino del campo de refugiados de Chatila, en Líbano; y, por otra parte, en el proyecto de bibliotecas clandestinas de Afganistán. Esta iniciativa se llevará a cabo después del rotundo éxito de la primera biblioteca de Afganistán impulsada por mujeres, liderada por mujeres y para mujeres, ubicada en Kabul.
Tal y como explica Nadia Ghulam, "los derechos humanos de las mujeres están severamente restringidos, especialmente desde que los talibanes tomaron el control de Kabul en agosto de 2021". En este sentido, Amnistía Internacional denuncia que Afganistán es el único país en todo el mundo donde se prohíbe que las mujeres asistan a escuelas y universidades. Tal y como relata la propia ONG, las mujeres afganas tampoco tienen permiso para moverse libremente ni salir de su casa, no pueden recibir ningún tipo de asistencia sanitaria ni tienen derecho a interactuar en público, entre otras prohibiciones. En este contexto, la construcción de la biblioteca clandestina de Baghlan, que será una realidad en los próximos meses, coincide con la aprobación de la Ley de Moralidad, que desde el pasado agosto también prohíbe el sonido de la voz de mujer en público, una norma que restringe aún más las libertades de las mujeres en el país.
"A las violaciones de derechos fundamentales que sufren las mujeres de Afganistán, debemos sumar la tradición conservadora de la sociedad afgana, los abusos, los malos tratos o los matrimonios infantiles", explica Ghulam. “Por eso este proyecto es tan importante, puesto que el espacio va mucho más allá de una simple biblioteca; es un sitio donde pueden hacer red, donde son bienvenidas, un lugar seguro para mujeres que no sólo son mujeres, sino que son mujeres en situación de extrema vulnerabilidad: mujeres solas con hijos en el cargo, viudas, víctimas de violencia de género y todas ellas desplazadas internas por la guerra”, afirma el activista. Según ACNUR, en 2021 hubo un desplazamiento récord de casi 700.000 personas en Afganistán, un 60% de los cuales eran niños y un 20% mujeres. Se calcula que existen 5,7 millones de refugiados afganos, la mayoría de los cuales se encuentran en las provincias del norte del país.
En este contexto de carencia de libertades, “el ITA (Interim Taliban Authority) permite emitir licencias para bibliotecas para mujeres si son exclusivamente de temática religiosa y se utilizan como centros educativos del Corán”, comenta Ghulam. “Evidentemente, tanto en la biblioteca de Kabul como en la futura biblioteca de Baghlan se podrán encontrar todo tipo de libros, desde novelas hasta libros sobre ciencia, política y economía. Y si bien es ilegal que las mujeres lean este tipo de libros, cuando los soldados talibanes entran a revisar la biblioteca se encuentran con una realidad estremecedora: ellos mismos también son analfabetos”, dice el activista. Según datos de UNESCO, la tasa de alfabetización de los hombres adultos en Afganistán es del 31,4% y sólo el 17% de las mujeres del país saben leer y escribir.
“Desde Ponts per la pau reconocemos la gravedad de la situación y dedicamos nuestros esfuerzos a proteger a la población vulnerable ya garantizar, en la medida de lo posible, los derechos de estas mujeres por medio de la educación y la cooperación”, afirma Ghulam. Por eso, "la biblioteca de Baghlan y la de Kabul también se utilizarán para hacer desarrollar otras actividades, como charlas sobre salud sexual y reproductiva, talleres de emprendimiento femenino o terapias de grupo conducidas por personal formado".
A su vez, la presidenta de Abacus, Maravillas Rojo, ha declarado que “con estas iniciativas, Abacus reafirma claramente su compromiso con la lucha por el feminismo, la libertad y los derechos de las mujeres de todo el mundo, y pone en valor la creación de una red de complicidades y solidaridad entre Cataluña y Afganistán con la cultura y la educación como nexo de unión”. En este sentido, añade que "acciones como estas dan sentido a la misión de Abacus de construir un mundo mejor". Y, por tanto, “en Abacus seguiremos apoyando iniciativas que, a través de la cultura y la educación ayuden a encontrar el camino a la libertad. Porque todas las mujeres tienen derecho a ser libres, vivan o vivan”, ha concluido Rojo.